juan valdez comenzó en el año 1959, cuando a iniciativa de la Federación se planteó la posibilidad de lanzar una campaña de publicidad para diferenciar al café colombiano en el mercado cafetero más importante del mundo, Estados Unidos.
Los creativos de la agencia de publicidad contratada y los funcionarios de la Federación acordaron que dicha campaña, que se mantuvo a lo largo de las décadas del 60 y 70, resaltara los aspectos que hacían del café colombiano un café de mayor calidad que el de otros orígenes. Para lograr comunicar estos atributos fue necesario "trasladar" a los consumidores a Colombia, introduciéndolos en las ventajas relacionadas con la oferta ambiental colombiana - suelos volcánicos, café fresco producido todo el año, café de montaña producido en altura - y en la cultura cafetera colombiana.
El personaje de Juan Valdez, nombre que fue adoptado gracias a su fácil pronunciación para consumidores angloparlantes, se adoptó como el símbolo de la cultura y tradición de producir café en Colombia con vocación de calidad y con la dedicación propia de las familias cafeteras colombianas por su cultivo. Conchita, la fiel mula que frecuentemente acompaña a Juan Valdez, surgió como un elemento que contribuye a describir las dificultades geográficas que los cafeteros tienen que superar para que los consumidores puedan apreciar el suave café colombiano.
Los creativos de la agencia de publicidad contratada y los funcionarios de la Federación acordaron que dicha campaña, que se mantuvo a lo largo de las décadas del 60 y 70, resaltara los aspectos que hacían del café colombiano un café de mayor calidad que el de otros orígenes. Para lograr comunicar estos atributos fue necesario "trasladar" a los consumidores a Colombia, introduciéndolos en las ventajas relacionadas con la oferta ambiental colombiana - suelos volcánicos, café fresco producido todo el año, café de montaña producido en altura - y en la cultura cafetera colombiana.
El personaje de Juan Valdez, nombre que fue adoptado gracias a su fácil pronunciación para consumidores angloparlantes, se adoptó como el símbolo de la cultura y tradición de producir café en Colombia con vocación de calidad y con la dedicación propia de las familias cafeteras colombianas por su cultivo. Conchita, la fiel mula que frecuentemente acompaña a Juan Valdez, surgió como un elemento que contribuye a describir las dificultades geográficas que los cafeteros tienen que superar para que los consumidores puedan apreciar el suave café colombiano.
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