martes, 12 de octubre de 2010

ECOPETROL

 Ecopetrol anunció el miércoles que ha constituido una nueva sociedad cuyo propósito específico será construir y operar un oleoducto de uso privado que se extenderá desde el departamento de Casanare hasta el puerto de Coveñas y que asegurará la exportación de los excedentes de producción de petróleo proveniente de la región de los llanos, considerada una de las más prospectivas del país.

El informe de la empresa petrolera nacional indica que la nueva sociedad se denominará Oleoducto Bicentenario de Colombia, y aunque inicialmente tendrá como único accionista a Ecopetrol Pipelines International Limited, subsidiaria de Ecopetrol, posteriormente será capitalizada con los aportes de todos los productores interesados en hacer parte del proyecto.

El capital autorizado de la sociedad será 3.12 billones de pesos (US$1.685 millones) y al momento de su constitución, el capital suscrito será la suma 10 millones de pesos.

La inversión para la construcción de la fase uno del oleoducto entre Araguaney y Banadía y las adecuaciones de Coveñas se estiman inicialmente en US$1,031 millones.

Precisa el informe que el costo total estimado del proyecto, incluyendo la fase 2 (hasta Ayacucho) y la fase 3 (hasta Coveñas), ascendería a US$4.200 millones.

Con este importante paso se da inicio al que se considera uno de los hitos más trascendentales para viabilizar definitivamente la exportación de la creciente producción de petróleo proveniente de la región de los llanos.

historia de juan valdez

juan valdez comenzó en el año 1959, cuando a iniciativa de la Federación se planteó la posibilidad de lanzar una campaña de publicidad para diferenciar al café colombiano en el mercado cafetero más importante del mundo, Estados Unidos.

Los creativos de la agencia de publicidad contratada y los funcionarios de la Federación acordaron que dicha campaña, que se mantuvo a lo largo de las décadas del 60 y 70, resaltara los aspectos que hacían del café colombiano un café de mayor calidad que el de otros orígenes. Para lograr comunicar estos atributos fue necesario "trasladar" a los consumidores a Colombia, introduciéndolos en las ventajas relacionadas con la oferta ambiental colombiana - suelos volcánicos, café fresco producido todo el año, café de montaña producido en altura - y en la cultura cafetera colombiana.

El personaje de Juan Valdez, nombre que fue adoptado gracias a su fácil pronunciación para consumidores angloparlantes, se adoptó como el símbolo de la cultura y tradición de producir café en Colombia con vocación de calidad y con la dedicación propia de las familias cafeteras colombianas por su cultivo. Conchita, la fiel mula que frecuentemente acompaña a Juan Valdez, surgió como un elemento que contribuye a describir las dificultades geográficas que los cafeteros tienen que superar para que los consumidores puedan apreciar el suave café colombiano.